Son datos, interesantes quizás... su obra habla por ellos. De todas formas, aquí va.
LEÓN FELIPE (1884-1968)

León Felipe es el seudónimo que utilizaba, su nombre era Felipe Camino Galicia de la Rosa.
Nació en 1884, en Tabara, Zamora (España).
Estudió para ser farmacéutico, se recibió y ejerció la profesión un tiempo... pero renunció muy pronto a esa vida que él consideraba monótona y en cierto sentido privilegiada, para ejercer su libertad. Por lo que en su juventud recorrió España enrolado como actor de una compañía ambulante. Más tarde, fué apresado por desfalco y pasó tres años en la cárcel.
Se unió con una chica peruana, llamada Irene Lambarri y se radicó con ella en Barcelona, pero al poco tiempo, se separaron y León decidió ir a Madrid, probablemente con la idea de dedicarse por completo a la poesía. Allí vivió una vida totalmente sumergida en la pobreza.
Versos y oraciones de caminante es su primer libro de poemas (años después titularía un poema: Versos y blasfemias de caminante) que publicó en 1920. Pero siguiendo la premonición del título y de su auténtico apellido, tardó poco en iniciar sus caminos fuera de España: solicitó un empleo en los hospitales de Guinea y se embarcó para la isla de Elobey. Allí permaneció tres años para volver a España por poco tiempo y embarcarse hacia América (especificamente a México).
En México se dedicó a la enseñanza. Aquí conoció a Berta Gamboa (también profesora) con quién se casó.En esta época es cuando publicó el segundo tomo de sus Versos y oraciones del caminante, con el mismo estilo sencillo y severo del primero. El matrimonio se fué a vivir a Norteamérica, donde tradujo a Waldo Frank y a Walt Whitman y escribió un largo poema titulado Drop a star (1933).
Al estallar la guerra civil española en 1936 volvió a su tierra, totalmente identificado con el gobierno republicano y constitucional amenazado entonces por el levantamiento militar del general Franco. Su experiencia es desgarradora. En 1938 huye del bando nacional y se exilia definitivamente en México.De esta época son son los libros más proféticos y apasionados del autor: La insignia (1936), El payaso de las bofetadas (1938) y Pescador de caña (1938).
Afincado en México, escribió allí Español del éxodo y del llanto (1939), El gran responsable (1940), El poeta prometeico (1942), Ganarás la luz (1942), Parábola y poesía (1944), Llamadme publicano (1950), El ciervo (1954) y Oh este viejo y roto violín (1968). A su muerte, el gobierno mexicano erigió en su memoria un monumento en la capital azteca.
Muere en México en el año 1968.
Este poeta fué siempre fiel a su propia palabra: "El poeta habla desde el nivel exacto del hombre".
OBRAS DE LEON FELIPE:
Versos y oraciones de Caminante I (1919-20)
Versos y oraciones de Caminante II (1929)
Drop a Star (1933)
La insignia (1936)
El payaso de las bofetadas (1938)
Pescador de caña (1938)
El hacha (1939)
Español del éxodo y el llanto (1939)
El gran responsable (1940)
Ganarás la luz (1942)
España e hispanidad (1947)
Llamadme publicano (1950)
El ciervo (1954)
Oh, este viejo y roto violín (1968)
Antología Rota
Me ayudaron a realizar esta pequeña biografía las siguientes páginas y libros:
- Antología Rota - Epílogo de Guillermo de Torre
- http://www.trazegnies.arrakis.es/bioleonf.html
- http://tierra.free-people.net/artes/literatura-leon-felipe.php
- http://centros2.pntic.mec.es/cp.leon.felipe3/paginas/pagina016.htm
Biografía, poesía y destino
(El poeta prometeico - Ganarás la luz - 1942)
El poeta cuenta su vida primero a los hombres; después,
cuando los hombres se duermen, a los pájaros;
más tarde, cuando los pájaros se van, se la cuenta a los
árboles...
Luego pasa el Viento y hay un murmullo de frondas.
Todo lo cual se puede traducir también de esta manera:
Lo que cuento a los hombres está lleno de orgullo;
lo que cuento a los pájaros, de música;
lo que cuento a los árboles, de llanto.
Y todo es una canción compuesta para el Viento,
de la cual, después, este desmemoriado y único espectador
apenas podrá recordar unas palabras.
Pero estas palabras que recuerde son las que no olvidan
nunca las piedras.
Lo que cuenta el poeta a las piedras está lleno de eternidad.
Y ésta es la canción del Destino, que tampoco olvidan las
estrellas.
León Felipe
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