martes, 1 de enero de 2008

1.964


I

Ya no es mágico el mundo.

Te han dejado.

Ya no compartirás la clara luna

ni los lentos jardines: Ya no hay una luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.

Adiós las mutuas manos y las sienes que acercaba el amor.

Hoy sólo tienes la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente) sino lo que no tiene

y no ha tenido nunca,

pero no basta ser valiente para aprender el arte del olvido.

Un símbolo, una rosa, te desgarra y te puede matar una guitarra.


II

Ya no seré feliz.

Tal vez no importa.

Hay tantas otras cosas en el mundo;

un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar.

La vida es corta y aunque las horas son tan largas,

una oscura maravilla nos acecha,

la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna y del amor.

La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada;

lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,

esa vana costumbre que me inclina al Sur,

a cierta puerta,

a cierta esquina.





J.L. Borges

1 comentario:

E d h i s o n dijo...

la identidad entre el pensamiento y el yo es el primer resultante que se llega cuando en el afan de obtener algo indudablemente abandonamos los objetos que son dudosos






Felicitaciones


Ed